martes, 25 de noviembre de 2014

Submarino: Thomas Vinterberg


Título original: Submarino
Director: Thomas Vinterberg
País: Dinamarca (2010)
Duración: 110 min.



Una caída al subsuelo de la subjetividad

Cuenta la historia de una familia monoparental, a cargo de una madre alcohólica que ha dejado completamente descuidados a sus tres hijos. Nick y Martin, de edad adolescente se ponen al cuidado de su pequeño hermano. La situación familiar se torna muy difícil hasta que desemboca en una situación trágica.

Tras varios años, ambos hermanos viven separados ejerciendo los perfiles que habían formado en su adolescencia. Nick tiene un carácter paternal aunque irascible y violento, los cuales son aspectos que utiliza como máscaras para construir sus relaciones. Es un individuo solitario y distante que interactúa con otros dos personajes. Por un lado, su vecina Sofie con quien comparte situaciones sexuales, pero desapegadas de todo rastro amoroso. Por otro lado, su amigo Iván, un personaje grotesco que sufre de sobrepeso, aparece como un individuo sin oficio, que vive imaginando situaciones sexuales que lo incitan a oscuras perversiones. Si Iván tiene este perfil se debe a que su vida está atravesada por el rechazo social, aún es virgen, y pese a que Nick lo lleva a una casa de prostitutas, para “ayudar” a su amigo, también es rechazado. Estas situaciones que se van acumulando desembocan en un final previsible y trágico. La segunda tragedia.

Martin se ha convertido en padre de un pequeño niño que ya asiste al preescolar. Padre viudo, asume el perfil de su adolescencia como dependiente, pero esta vez de la heroína. La droga y el desempleo lo ponen en una situación difícil respecto a la tenencia de su niño, pero el encuentro con Nick cambiará su vida. Debido a la muerte de su madre, ambos reciben una cuantiosa suma de dinero, producto de una casa que era su propiedad. Nick, que no quiere nada de ella, le deja todo el dinero a Martin. La situación mejora pero se agrava, porque el dinero les da cierta comodidad, pero lejos de ser la solución a sus problemas, termina siendo el percutor de una nueva tragedia. La tercera tragedia.

Esta película la asumimos análoga a la obra literaria de Fiodor Dostoievski: Memorias del subsuelo. Pues al igual que el subsuelo, el submarino permanece bajo la superficie del ojo público. Todos los hechos que ocurren en esta película develan miserias humanas en muchos de los actos de la vida cotidiana. Así por ejemplo, las relaciones sexuales aparecen sin sensualidad y poco idealizadas, atravesadas por la crudeza del deseo que sólo busca la mera satisfacción individual. También, la desagradable monotonía de repetir una y otra vez esta vida que pareciera carecer de sentido en el caso de Nick, o inmersa en un círculo vicioso en el de Martin.

Cada uno de los personajes es un caso patológico y un extremo del subsuelo, o del submarino: el violento, el pervertido y el adicto. Y como toda sociedad condena el ejercicio de estas tendencias, cada uno de ellos termina siendo reprimido en su necesaria medida: el violento es amputado de su arma violenta, el pervertido desaparece el orbe como debe desaparecer todo deseo pecaminoso en nosotros, y finalmente el adicto debe ser cortado de raíz, lo previsible es que sea por su “propia estupidez”. Esta es la mirada de la sociedad expresada en tres extremos, enlazadas a tres tragedias, que lejos de sernos ajenas tratan de llevar a la superficie consciente nuestros más vividos deseos. 

¿Qué nos queda? La falsa esperanza del pequeño hijo de Martin que ansía esos solitarios días en compañía de su desgraciado padre.


jueves, 28 de marzo de 2013

Rebelde (war witch): Kim Nguyen



Título Original: Rebelle
Director: Kim Nguyen
País: Canadá (2012)
Duración: 90 min.

 Una realidad aparte: La vida en el interior de los muertos



Es una dura película que revive la historia de una olvidada aldea africana donde vive Komona (Rachel Mwanza), una niña de 12 años que pasa apaciblemente sus días en la miseria, junto a sus padres. Hasta un oscuro día en que un grupo de guerrilleros irrumpe su aldea y la secuestra, junto a otros muchachos, para convertirla en un aguerrido soldado. Así, inmersa en la selva agreste, viviendo la fatiga que produce la incomodidad de hallarse sin hogar, sin futuro ni dignidad y enfrentada a la violencia de sus comandantes, Komona vive sumida en visiones sobrenaturales. Los muertos, víctimas de la guerrilla, se le aparecen constantemente para favorecerla y proveerle de información que pronto será muy útil a su bando guerrillero. Entonces, tras una serie de revelaciones efectivas a su cometido bélico anti-gubernamental, sus comandantes se dan cuenta que Komona no es alguien común y corriente, sino una eficaz bruja. Adquiere fama y cierto respeto por sus capacidades sobrenaturales, pero su soledad la mantiene en un letargo desesperanzado. Solamente Magicien (Mago), un muchacho albino, se hace su amigo y pronto se enamorará de ella. Juntos, ya no necesitan de la guerrilla y deciden escapar. La situación, evidentemente, no es nada fácil, y tendrán que sobrellevar muchas vicisitudes. Entre tanto, una aparición de sus padres muertos obligará a Komona a cumplir una deuda pendiente con ellos.

La película inicia dos años más tarde, mientras Komona permanece embarazada y le cuenta la historia de su vida a su niño aún no nacido. Rebelle se constituye en una desgarradora carta de amor filial de una madre que busca justificarse frente a su hijo, quien nacerá en una situación ingrata. En el fondo, no es la carta de una madre arrepentida ni de alguien que sólo busca el perdón, sino la explicitación de un sentimiento más profundo: la angustia de saberse encadenada al dolor de ese nuevo ser, quien llegará a un mundo donde la vida no vale nada, donde se vive la desesperación de ser nadie y se muere con la esperanza de haber hecho algo bueno, aunque en el fondo no haya valido de nada. 

Otro factor interesante es la importancia que se le otorga a la magia y a los amuletos, capaces de proveer tranquilidad y buena suerte. Pero no es una cuestión de supersticiones o lecturas de horóscopo, sino elementos necesarios de una cultura que abraza la magia de tal forma que no se podría concebir la existencia fuera de ella. Todos los temores, los logros y los fracasos de la gente tienen algo que ver con factores sobrenaturales. A la manera de los chamanes, Komona ingresa en trances espirituales, a veces impulsados por ciertos psicotrópicos, y se pone en contacto con la divinidad y puede comunicarse con los muertos. Esta película hace un flagrante ingreso en una realidad aparte, aquella realidad Carlos Castaneda define muy bien en su libro: Las enseñanzas de don Juan.

Sin más, Rebelle no sólo es recomendable por su calidad visual y por su trama, que tiene la capacidad de tocar muchas sensibilidades, sino porque rememora nuestras propias necesidades de negar la cruda realidad y de ingresar en otra realidad, más mágica, más pura, menos salvaje y siempre más humana: a fin de cuentas siempre buscamos una realidad aparte.
 

domingo, 17 de febrero de 2013

Amor: Michael Haneke



Título original: Amour
Director: Michael Haneke
País: Austria (2012)
Duración: 127 min.



Amor, enfermedad y muerte

Unos bellos ojos marinos, envueltos en un mirada perdida en medio de la piel agrietada y manchada por el inexorable pasar del tiempo. Allí transcurre la última película del director Michael Haneke, quien nos presenta la historia de una pareja de ancianos, que, a través de las indolentes marcas de la edad deben librar la batalla más difícil de todas: de la enfermedad y la muerte.

Anne (Emmanuelle Riva) y Georges (Jean-Louis Trintignant) son una pareja que vive los últimos años de su vida. Ambos, cultores de la música, fueron profesores de piano, y ahora retirados, pasan una vida entre pequeñas comidas caseras y presentaciones de música en el teatro. Invitados por antiguos estudiantes, algunos prodigios del piano, son los pocos momentos que salen de su hogar. Todo transcurre con la normalidad de la vejez que disfrutan juntos, hasta una mañana en que Anne sufre un leve ataque catatónico, producto de una apoplejía, que le inmoviliza medio cuerpo. Su enfermedad es degenerativa y a cada momento la vuelve más inútil para realizar actividades tan comunes como alimentarse o hacer sus necesidades. Solamente Georges queda a su lado para acompañarla y proveerle todo lo que necesita. Para el espectador atento el desenlace es evidente, aunque la película de Haneke excede las expectativas.

Es una película sencilla y desgarradora, aunque no lastimera, debido a que no presenta escenas trágicas y extraordinarias que ocurren en la vida, sino la vida misma. Es el desenlace de todo ser humano que llega a la vejez, es el tránsito normal que todos viven o deben vivir aunque nadie quiere saberlo. Lo realmente extraordinario en la película es el cuidado de ambos (Georges y Anne) por cuidar la dignidad que les queda como pareja, como músicos y como seres humanos. No buscan la lástima, ni de sus familiares, ni de sus amigos, ni de los propios espectadores. Viven la podredumbre de la vida con el mayor estoicismo. En medio, un sueño de Georges (donde sale al pasillo inundado de agua y una mano le cierra la boca) pareciera mostrar la crisis que se avecina, y la imposibilidad de insuflarle aliento (es decir, vida) a quien se encuentra en peligro (Anne). Al mismo tiempo, hay dos escenas encantadoras de una palomita que ingresa por la ventana a su apartamento (la primera vez, Georges la ahuyenta, y la segunda la atrapa pero la deja libre), que pareciera mostrar el miedo y  luego su desafío a la muerte. Cuando espanta a la muerte aún teme de ella, sin embargo, cuando la atrapa y la deja libre es porque la ha hecho suya, la detenta aunque no puede poseerla.

Michael Haneke no pudo haber sido más preciso al elegir una palabra tan ambigua para darle el nombre a esta película: Amor. Lejos de su concepto vacío y publicitario, Amor es la mayor expresión de la vida. El amor es placer, es dolor, es muerte. Un gran amigo y agudo crítico de la vida, luego de haber visto está película, me comentó: “Da la sensación de haber salido de un funeral”. Que no implica una sensación triste sino aturdida, pues produce un pasmo que nos invade al ver la cruda realidad que se esconde detrás de nuestros prejuicios, alegrías y debilidades.


Amor es una película que se disfruta, se vive, y de alguna forma, se rememora cada día.

La enfermedad, la vejez y la muerte sean nuestro fatal destino, y maldito aquel que nos recuerde tan desesperanzador camino. Maldito, si no trae consigo una cura, y tan solo con un cura quiere redimir nuestras culpas. Que redima mejor las suyas que yo cargaré las mías hasta la tumba. No aspiro a otra vida, pero nada me impide anhelar un porvenir más puro...


martes, 29 de enero de 2013

Extraños en la noche: Alejandro Montiel



Título original: Extraños en la noche
Dirección: Alejandro Montiel
País: Argentina (2012)
Duración: 93 min.



Extraños en la música o detectives travestis

Concebida como una película policiaca y humorística, donde el romance es infaltable, cuenta la historia de una pareja de músicos que viven haciendo presentaciones nocturnas en eventos sociales. Ella canta y él toca el piano, pero es evidente que ya están cansados de esa vida y deciden realizar una última presentación. Vicisitudes de la vida, se cruzan con un borrachín entrometido que estropea la presentación, por lo que deciden abandonar el evento. Ya desempleados, la noche siguiente, mientras cae una terrible tormenta, escuchan sonidos extraños y presienten que ha ocurrido un asesinato. Obstinados ante la situación, deciden investigar lo ocurrido, pero encuentran algunos obstáculos que les hacen pensar en la existencia de varios cómplices inmiscuidos en el crimen.

Extraños en la noche, contiene un argumento sencillo y para el público amplio, donde acontecen situaciones inesperadas y con grato humor. La actuación de Sol (Julieta Zylberberg) es excepcional, pues es capaz de transitar entre el drama, la comedia y la locura sin dificultad. Es una cantante histriónica con rasgos detectivescos, obsesionada con explicar lo que ocurre a su alrededor. Al contrario, la interpretación de Martín (realizada por el conocido cantante de pop: Diego Torres) es poco creíble en varias escenas. Actúa de un individuo ingenuo, pero ya parece tonto, y su actuación es un poco forzada. Recuerda un poco a los sketchs humorísticos de la televisión donde se opta por la sobreactuación para enfatizar las bromas. No es un mal actor, pero a Diego Torres no le sale muy bien el humor. Lo paradójico del caso es que interpreta a un pianista apasionado de la música clásica, quien no soporta la música pop. Sin embargo, su mejor momento en la película ocurre cuando decide componer una balada de pop romántica: Sol de nuevo día. Bueno, no entraremos en el detalle de lo que dice la canción, porque creemos que el título ya lo dice todo de todo, es decir, mucho de nada.

La película se construye sobre una historia centrada en el asesinato que Sol y Martín presencian auditivamente, y es tan fuerte la presencia de tal asesinato que descuidan otros asuntos de los personajes. Es una película que no explota todos sus recursos temáticos, ni los recursos de los actores secundarios (algunos muy conocidos en el ámbito del humor) porque aparecen en papeles muy pequeños. A fin de cuentas, no es una película para romperse la cabeza tras un significado oculto o tras una comparación erudita. Como dijimos antes, es sencilla, un poco tonta, lo cual le otorga un cariz divertido y, principalmente, terriblemente irónica. Es la historia de todo aquel que no hace lo que quiere, sino aquello que el mundo ha arrojado sobre él, y no puede elegir otra cosa. ¿Suena familiar? Tal vez no del todo, pero en esta película se llega a extremos interesantes.