martes, 29 de enero de 2013

Extraños en la noche: Alejandro Montiel



Título original: Extraños en la noche
Dirección: Alejandro Montiel
País: Argentina (2012)
Duración: 93 min.



Extraños en la música o detectives travestis

Concebida como una película policiaca y humorística, donde el romance es infaltable, cuenta la historia de una pareja de músicos que viven haciendo presentaciones nocturnas en eventos sociales. Ella canta y él toca el piano, pero es evidente que ya están cansados de esa vida y deciden realizar una última presentación. Vicisitudes de la vida, se cruzan con un borrachín entrometido que estropea la presentación, por lo que deciden abandonar el evento. Ya desempleados, la noche siguiente, mientras cae una terrible tormenta, escuchan sonidos extraños y presienten que ha ocurrido un asesinato. Obstinados ante la situación, deciden investigar lo ocurrido, pero encuentran algunos obstáculos que les hacen pensar en la existencia de varios cómplices inmiscuidos en el crimen.

Extraños en la noche, contiene un argumento sencillo y para el público amplio, donde acontecen situaciones inesperadas y con grato humor. La actuación de Sol (Julieta Zylberberg) es excepcional, pues es capaz de transitar entre el drama, la comedia y la locura sin dificultad. Es una cantante histriónica con rasgos detectivescos, obsesionada con explicar lo que ocurre a su alrededor. Al contrario, la interpretación de Martín (realizada por el conocido cantante de pop: Diego Torres) es poco creíble en varias escenas. Actúa de un individuo ingenuo, pero ya parece tonto, y su actuación es un poco forzada. Recuerda un poco a los sketchs humorísticos de la televisión donde se opta por la sobreactuación para enfatizar las bromas. No es un mal actor, pero a Diego Torres no le sale muy bien el humor. Lo paradójico del caso es que interpreta a un pianista apasionado de la música clásica, quien no soporta la música pop. Sin embargo, su mejor momento en la película ocurre cuando decide componer una balada de pop romántica: Sol de nuevo día. Bueno, no entraremos en el detalle de lo que dice la canción, porque creemos que el título ya lo dice todo de todo, es decir, mucho de nada.

La película se construye sobre una historia centrada en el asesinato que Sol y Martín presencian auditivamente, y es tan fuerte la presencia de tal asesinato que descuidan otros asuntos de los personajes. Es una película que no explota todos sus recursos temáticos, ni los recursos de los actores secundarios (algunos muy conocidos en el ámbito del humor) porque aparecen en papeles muy pequeños. A fin de cuentas, no es una película para romperse la cabeza tras un significado oculto o tras una comparación erudita. Como dijimos antes, es sencilla, un poco tonta, lo cual le otorga un cariz divertido y, principalmente, terriblemente irónica. Es la historia de todo aquel que no hace lo que quiere, sino aquello que el mundo ha arrojado sobre él, y no puede elegir otra cosa. ¿Suena familiar? Tal vez no del todo, pero en esta película se llega a extremos interesantes.

 

lunes, 21 de enero de 2013

ParaNorman: Chris Butler y Sam Fell



Título original: ParaNorman
Dirección: Chris Butler y Sam Fell
País: Estados Unidos (2012)
Duración: 92 min.



ParaNorman o cómo se hace bullying a un zombi

Construida como una crítica a la sociedad contemporánea de nuestro tiempo, la película: ParaNorman, denuncia uno de los fenómenos más discutidos en nuestros días: el Bullying. Conocido en español como acoso u hostigamiento físico y emocional, el bullying constituye el elemento central en la vida de Norman, un adolescente que posee la extraordinaria capacidad de comunicarse con los muertos. Aunque tal capacidad lo ha condenado al aislamiento social, al ser considerado un demente.

Un aspecto interesante de esta película es que construye dos categorías de muertos: 1. Los totalmente muertos, quienes han desaparecido por completo de esta tierra y ahora descansan en paz, y 2. Los espíritus errantes, quienes siguen rondando la tierra, puesto que tienen cuentas pendientes con los vivos y por ello les es impedida la paz eterna. Estos espíritus errantes son los personajes más importantes en la película, no sólo porque hacen referencia a las apariciones con las que habla Norman, sino porque son un referente de toda la problemática de la historia. Es decir, el problema de fondo de ParaNorman, ronda en torno a la búsqueda de la tranquilidad y del reconocimiento de nuestras diferencias; puesto que éstas son el motivo del bullying. Pero ni la paz de los vivos ni la de los muertos es posible si se mantienen latentes los prejuicios, que en el fondo, no son más que los miedos. En este sentido, esta película se construye sobre cuatro elementos fundamentales, que de alguna forma son directrices para obtener paz y/o “descansar en paz”: el perdón, la comprensión, saber escuchar y querer aprender. Los espíritus errantes, al contrario, no son libres, como no lo son quienes viven de sus miedos, y por ello necesitan pagar una deuda. 

Muerto el tío de Norman, se le aparece como espíritu errante para pedirle que realice un conjuro que evitará  la maldición de la bruja: el renacer de los muertos. Pero, fallido el conjuro, el efecto de la invasión zombi es horrorosamente hilarante. Son zombis y atacan la ciudad, en consecuencia la gente escapa desesperada, pero ocurre un giro inesperado, pues se dan cuenta que los vivos son más y algunos están armados. Entonces, forman una turba iracunda que termina por obligar a los zombis a refugiarse para salvar sus “vidas”. Luego, ocurre otro giro interesante, pues, ante el miedo de los zombis, los vivos entienden que los muertos, aunque zombis, también son personas, por lo que, el enemigo común es la malvada bruja. Pero lo malvado de la bruja proviene tan sólo de un mito muy antiguo, harto conocido por los pobladores de aquel pueblo. Pero es tan sólo un mito, porque en realidad no fue más que una niña quemada por una desatinada acusación. Este último evento da un giro final que, junto a los demás giros, hacen 180 grados, pues todo retorna a la situación inicial. El enemigo real, y tal vez el único, es el miedo. El miedo se constituye en una fuerza creadora de prejuicios que tiene la capacidad de movilizar voluntades iracundas, sin un fin muy claro. El mayor miedo es el miedo a la diferencia, y se expresa defendiendo el rebaño de ovejitas blancas frente a la negra. Un aspecto interesante es que el desprecio a la singularidad de Norman, produce en él un extraño dolor y una sugestiva satisfacción de ser diferente.

En definitiva, el bullying no es tan sólo un fenómeno que ocurre en las escuelas, sino un fenómeno estructural que inicia en los hogares, con la incomprensión de los padres y se extiende a toda la sociedad. Es la incomprensión de las singularidades, que, a fuerza de acabarlas, o acaba con el individuo o revive un zombi.

viernes, 18 de enero de 2013

Kon-Tiki: Joachim Rønning, Espen Sandberg



Título original: Kon-Tiki
Dirección: Joachim Rønning, Espen Sandberg
País: Noruega (2012)
Duración: 118 min.



 Kon-Tiki o un Quijote de mar

Narra la historia de Thor Heyerdahl, un antropólogo noruego que hizo sus investigaciones durante diez años en las islas de la Polinesia. Tras vivir bajo duras condiciones llegó a la conclusión de que no fueron los asiáticos, sino los sudamericanos quienes colonizaron la Polinesia, hace 1500 años atrás. Su hipótesis partía de lo siguiente: pese a que está probado que las civilizaciones precolombinas (pre-incaicas) de Sudamérica no poseían barcos de gran magnitud, sí, se transportaban en pequeñas balsas. Por lo que fueron estos precarios medios marítimos de transporte quienes los llevaron a una inusitada travesía por el océano pacífico hasta llegar a la Polinesia. También apoyó su hipótesis en los relatos orales de los aborígenes polinesios, que creían que Tiki (el dios solar) llego por el mar desde el este, y no del oeste.

Ésta, es la historia de un Quijote que no renunciará hasta llegar a conseguir lo que busca o morirá en el intento. Es una película con una única historia, donde no hay grandes complejidades. Así, Thor Heyerdahl, al verse completamente rechazado por la comunidad científica, puesto que su hipótesis resultaba imposible, decide él mismo probar su hipótesis: cruzar el océano pacífico ¡en balsa!, desde el Perú hasta la Polinesia. Y como todo Quijote, necesita su Sancho para que refrende su locura, organizará un grupo heterogéneo de individuos que lo acompañaran en este increíble viaje.

Kon-Tiki es el nombre que Thor le pone a la balsa que construye, en Perú, utilizando los mismos materiales que pudieron haber usado las civilizaciones preincaicas. Cabe aclarar que es una película basada en hechos reales,  existe la bitácora del viaje y un documental filmado que gano un Oscar en 1951. Sin embargo, considero que  hace pequeños guiños a la afamada “Tiburón”, en cuanto a que crea atmósferas de tensión extrema en el mar, y se producen situaciones realmente impactantes. No hay muchas palabras que decir de la impresionante fotografía, sólo hay que ver las imágenes de los paisajes, y la utilización de los efectos especiales está muy bien realizada. Es un viaje que roza con lo ficcional, pero perfectamente creíble. Sin embargo, el lado más flojo de la película radica en que la simplicidad de la trama hace que los personajes también sean poco complejos y por ello, se estanquen en sus caracterizaciones. Esta situación produce que no se muestre una necesaria evolución de la situación. Es decir, más allá del maquillaje y de las “papanoelescas” barbas, que son evidencia de un viaje en balsa a lo largo de 100 días, ¡100 días! no se muestra un ambiente de “desesperación”, producto del cansancio, la soledad, el aburrimiento y la locura que seguramente produce un viaje con tales características. La desesperación sólo aparece en los momentos de mayor peligro, pero fuera de ello, pareciera un naufragio de algunas semanas. En definitiva, es una película interesante, impactante y fácil de digerir.

Finalmente, para ponerlos en contexto, la Polinesia es un grupo de cerca de mil islas ubicadas en el océano pacífico, entre Oceanía y Sudamérica, que abarcan desde las Islas de Hawai (De EEUU), hasta la isla de Pascua (de Chile), y forman un triángulo. Thor Heyerdhal vivió diez años en las islas Marquesas (en círculo rojo), y su objetivo era llegar desde la costa del Perú hasta Raroia, ubicada las islas Tuamotu (en círculo azul). Cabe mencionar que ambas islas pertenecen a la Polinesia francesa.











lunes, 14 de enero de 2013

Película chilena “No”: Pablo Larraín



Título original: NO
Director: Pablo Larraín
País: Chile (2012)
Duración: 117 min.

Cuando el “NO”, no siempre sugiere lo negativo

La transición violenta del gobierno democrático-socialista de Salvador Allende al régimen dictatorial de Augusto Pinochet ha tenido, dentro de la literatura chilena y latinoamericana, mucha tela que cortar. De igual forma el cine ha expresado muchas veces las vicisitudes del pueblo chileno durante este periodo. Entre las cinematografías más conocidas están: el documental “La batalla de Chile” de Patricio Guzmán, “Machuca” de Andrés Wood, “El clavel negro” de Ulf Hultberg, “Pinochet” de Ignacio Zegers Blachet, entre otras, que defienden o condenan el régimen pinochetista. La película de Pablo Larraín: “NO”, con una nominación a los premios Oscar a la mejor película de habla no inglesa se ha posesionado, sin lugar a dudas, dentro de las películas más reconocidas de este ámbito. 

La presión internacional sobre la dictadura chilena obligó al gobierno de Pinochet a legitimar su poder a través del voto universal. La película “NO” relata la historia del plebiscito llevado a cabo en 1988, en el cual se decidiría la permanencia de Pinochet en el gobierno hasta 1997 o la obligatoriedad de convocar a elecciones nacionales en el plazo de un año. La posición política de la película es evidente, pues Pablo Larraín reconstruye este momento histórico como una pugna entre los intereses de la clase dominante acomodada en el poder político, frente a los intereses del pueblo chileno. Así, se crean dos atmósferas diferentes: la opción del “SÍ” a la permanencia de Pinochet, que se lleva a cabo en un ambiente jerárquico militar muy riguroso y donde pervive la arrogancia respecto al triunfo; frente a la opción del “NO”, que se desarrolla en un espacio democrático de discusión y que no descuida el compromiso político con la historia. A merced de ambas opciones, el plebiscito abre un espacio inédito de libre expresión, que tras 15 años de silencio opositor al régimen, se otorgaron 15 minutos diarios en televisión, durante 27 días, para que cada opción exponga su posición. ¿Qué mostrar?, es la pregunta más importante para ambos bandos.

El hecho más interesante de esta película está en la forma cómo René Saavedra (Gael García) utilizando estrategias convencionales de marketing comercial, hace de la negatividad (el NO), un hecho positivo. Es decir, el dolor y el resentimiento por los miles de asesinados y desaparecidos ya no sería la única forma posible para vencer a Pinochet, sino, se optó por hacer del “NO” una fuerza creativa y capaz de mirar el futuro con alegría y esperanza. La campaña por el “NO”, fue una campaña por “lo otro posible” que no buscaba crear un irrefrenable odio a la imagen de Pinochet y sus actos, pero tampoco buscaba olvidar los hechos del pasado. Las imágenes que denunciaban las crueldades de la dictadura eran utilizables, pero sólo en dosis controladas. Rememorar el pasado debería tener un rol pedagógico, como un error que no debe ser repetido. En este sentido, la imagen de Pinochet, más que odiada tendría que ser menospreciada, por lo que, no se debería mostrar a un Pinochet malvado y asesino, sino, a un Pinochet inútil para el porvenir chileno.

Incluso los partidarios del “NO” sabían que no se puede negar los beneficios económicos que ha logrado el pinochetismo, puesto que son evidentes. Por tal motivo, “NO”, no es una denuncia las desigualdades económicas que habían en aquel momento, sino el retrato del sentimiento de innumerables familias chilenas que han sufrido el temor y la desesperación silenciosa de “hacer lo que se tiene que hacer”. Así, en las terribles e inadecuadas palabras finales del propio Pinochet, tomadas de imágenes de archivo y expuestas en los últimos minutos de la película, se refleja claramente su visión mercantilista del bienestar: “Analíceme, si hice una cosa mala, perdóneme. Pero, creo que sumando y restando, tengo más a favor que en contra”. Que es lo mismo que decir: si resto algunas vidas pero sumo el crecimiento del PIB y éste es mayor, mi voto debería ser por el “SÍ”. 

No es mi intención ser lapidario, como la sentencia del ex-dictador, pero tal vez, aquellas palabras sean más adecuadas para “analizar” la propia película de Larraín, y por supuesto está sucinta crítica.

Película boliviana: “AIRAMPPO”: de Alexander Muñoz y Miguel Valverde



Título original: Airamppo: la semilla que tiñe
Dirección: Alexander Muñoz y Miguel Valverde
País: Bolivia (2008)
Duración: 78 min.

El cine donde la sobriedad no es recomendable ni en el espectador

Próxima a una obra del realismo mágico, la película Airamppo: la semilla que tiñe, de Miguel Valverde presenta una propuesta cinematográfica diferente de los cánones del cine comercial. Con una historia que, lejos de estar bien estructurada y equilibrada, al contrario expone el exceso etílico y el desorden característico que se vive en las festividades de los valles cochabambinos. Todo transcurre en una pequeña y pobre población, donde cuatro personajes, lejos de ser centrales, son los más visibles. Entre ellos, un diminuto alcalde salido de alguna historia de la Tierra Media, un gringo transgénico que quiere renovar el mercado del maíz y un anarco-universitario hippie cuasi antropólogo, enamorado de la infaltable “cholita fatal” poseedora y proveedora de la verdadera protagonista de esta peculiar historia: la Chicha. Milenaria bebida alcohólica, la Chicha fue considerada el “elixir de los Incas”. Se produce a través de la fermentación del maíz previamente masticado y escupido. El airamppo es un cactus cuya semilla le da un color rosáceo al fermento. En la actualidad ya no se acostumbra el masticado, pues el maíz se machaca en piedra y con un poco de agua se fermenta en envases de barro. Tal hecho es demostrable en Airamppo, porque en aquel pueblito paupérrimo no hubiera habido la saliva suficiente para las descomunales cantidades ingeridas de Chicha, que transformaron una realidad de burritos, comercio y peluquerías, en una ficción de colores, cantinas, diablitos y olores.

La estética cinematográfica es realmente extraordinaria. No solamente por el colorido de las visiones y vestimentas, sino, por las excepcionales características de muchos rostros en estados de ebriedad. Son inolvidables, aunque seguramente muchos actores no los recordarían si no fuera por las bellas imágenes. Cabe aclarar que muchas actuaciones, e incluso detrás de cámara, estuvieron bajo los efectos de la milenaria bebida incaica. Ello descubre un hecho definitivo, la cámara no solamente filma como si estuviera en los ojos de un borracho, sino, es posible que en realidad estuviera en los ojos de un borracho. Otra virtud y singularidad de esta película es su capacidad para romper con la narrativa central, aquella que otorga unidad a toda obra. En Airamppo: la semilla que tiñe, no hay una única historia, sino muchas que nunca llegan a concretarse. Todo circula bajo un hálito de ilusiones y sueños cuasi reales, aunque lo único real es la borrachera. Entre risas, abusos, amores y descontroles, esta película libera al espectador, por 78 minutos, de su apacible cotidianidad y lo introduce en aquel mundo donde la Chicha y la borrachera son la única forma de no perecer.

Como en la magnífica obra de Cervantes, Airamppo no termina en el éxtasis máximo de la ilusión y la locura, sino con la cruda realidad. El retorno de los personajes es el retorno del espectador, es decir, un Chak´i general. Éste,  provocará la necesidad de volver a ver esta película que hace un grato homenaje a la Chicha. Querido lector, en una segunda oportunidad, para estar a la par con los personajes, le recomendamos verla con un buen vaso de Chicha, o mejor una “tutuma”, resplandeciente de Airmappo: la semilla de tiñe.