Título original: Extraños
en la noche
Dirección: Alejandro
Montiel
País: Argentina
(2012)
Duración: 93 min.
Extraños en la música o detectives travestis
Concebida como una película
policiaca y humorística, donde el romance es infaltable, cuenta la historia de
una pareja de músicos que viven haciendo presentaciones nocturnas en eventos
sociales. Ella canta y él toca el piano, pero es evidente que ya están cansados
de esa vida y deciden realizar una última presentación. Vicisitudes de la vida,
se cruzan con un borrachín entrometido que estropea la presentación, por lo que
deciden abandonar el evento. Ya desempleados, la noche siguiente, mientras cae
una terrible tormenta, escuchan sonidos extraños y presienten que ha ocurrido
un asesinato. Obstinados ante la situación, deciden investigar lo ocurrido, pero
encuentran algunos obstáculos que les hacen pensar en la existencia de varios cómplices
inmiscuidos en el crimen.
Extraños en la noche, contiene un
argumento sencillo y para el público amplio, donde acontecen situaciones
inesperadas y con grato humor. La actuación de Sol (Julieta Zylberberg) es
excepcional, pues es capaz de transitar entre el drama, la comedia y la locura
sin dificultad. Es una cantante histriónica con rasgos detectivescos, obsesionada
con explicar lo que ocurre a su alrededor. Al contrario, la interpretación de
Martín (realizada por el conocido cantante de pop: Diego Torres) es poco
creíble en varias escenas. Actúa de un individuo ingenuo, pero ya parece tonto,
y su actuación es un poco forzada. Recuerda un poco a los sketchs humorísticos
de la televisión donde se opta por la sobreactuación para enfatizar las bromas.
No es un mal actor, pero a Diego Torres no le sale muy bien el humor. Lo
paradójico del caso es que interpreta a un pianista apasionado de la música
clásica, quien no soporta la música pop. Sin embargo, su mejor momento en la
película ocurre cuando decide componer una balada de pop romántica: Sol de nuevo día. Bueno, no entraremos
en el detalle de lo que dice la canción, porque creemos que el título ya lo
dice todo de todo, es decir, mucho de nada.
La película se construye sobre
una historia centrada en el asesinato que Sol y Martín presencian
auditivamente, y es tan fuerte la presencia de tal asesinato que descuidan otros
asuntos de los personajes. Es una película que no explota todos sus recursos
temáticos, ni los recursos de los actores secundarios (algunos muy conocidos en
el ámbito del humor) porque aparecen en papeles muy pequeños. A fin de cuentas,
no es una película para romperse la cabeza tras un significado oculto o tras
una comparación erudita. Como dijimos antes, es sencilla, un poco tonta, lo
cual le otorga un cariz divertido y, principalmente, terriblemente irónica. Es
la historia de todo aquel que no hace lo que quiere, sino aquello que el mundo
ha arrojado sobre él, y no puede elegir otra cosa. ¿Suena familiar? Tal vez no
del todo, pero en esta película se llega a extremos interesantes.
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