lunes, 21 de enero de 2013

ParaNorman: Chris Butler y Sam Fell



Título original: ParaNorman
Dirección: Chris Butler y Sam Fell
País: Estados Unidos (2012)
Duración: 92 min.



ParaNorman o cómo se hace bullying a un zombi

Construida como una crítica a la sociedad contemporánea de nuestro tiempo, la película: ParaNorman, denuncia uno de los fenómenos más discutidos en nuestros días: el Bullying. Conocido en español como acoso u hostigamiento físico y emocional, el bullying constituye el elemento central en la vida de Norman, un adolescente que posee la extraordinaria capacidad de comunicarse con los muertos. Aunque tal capacidad lo ha condenado al aislamiento social, al ser considerado un demente.

Un aspecto interesante de esta película es que construye dos categorías de muertos: 1. Los totalmente muertos, quienes han desaparecido por completo de esta tierra y ahora descansan en paz, y 2. Los espíritus errantes, quienes siguen rondando la tierra, puesto que tienen cuentas pendientes con los vivos y por ello les es impedida la paz eterna. Estos espíritus errantes son los personajes más importantes en la película, no sólo porque hacen referencia a las apariciones con las que habla Norman, sino porque son un referente de toda la problemática de la historia. Es decir, el problema de fondo de ParaNorman, ronda en torno a la búsqueda de la tranquilidad y del reconocimiento de nuestras diferencias; puesto que éstas son el motivo del bullying. Pero ni la paz de los vivos ni la de los muertos es posible si se mantienen latentes los prejuicios, que en el fondo, no son más que los miedos. En este sentido, esta película se construye sobre cuatro elementos fundamentales, que de alguna forma son directrices para obtener paz y/o “descansar en paz”: el perdón, la comprensión, saber escuchar y querer aprender. Los espíritus errantes, al contrario, no son libres, como no lo son quienes viven de sus miedos, y por ello necesitan pagar una deuda. 

Muerto el tío de Norman, se le aparece como espíritu errante para pedirle que realice un conjuro que evitará  la maldición de la bruja: el renacer de los muertos. Pero, fallido el conjuro, el efecto de la invasión zombi es horrorosamente hilarante. Son zombis y atacan la ciudad, en consecuencia la gente escapa desesperada, pero ocurre un giro inesperado, pues se dan cuenta que los vivos son más y algunos están armados. Entonces, forman una turba iracunda que termina por obligar a los zombis a refugiarse para salvar sus “vidas”. Luego, ocurre otro giro interesante, pues, ante el miedo de los zombis, los vivos entienden que los muertos, aunque zombis, también son personas, por lo que, el enemigo común es la malvada bruja. Pero lo malvado de la bruja proviene tan sólo de un mito muy antiguo, harto conocido por los pobladores de aquel pueblo. Pero es tan sólo un mito, porque en realidad no fue más que una niña quemada por una desatinada acusación. Este último evento da un giro final que, junto a los demás giros, hacen 180 grados, pues todo retorna a la situación inicial. El enemigo real, y tal vez el único, es el miedo. El miedo se constituye en una fuerza creadora de prejuicios que tiene la capacidad de movilizar voluntades iracundas, sin un fin muy claro. El mayor miedo es el miedo a la diferencia, y se expresa defendiendo el rebaño de ovejitas blancas frente a la negra. Un aspecto interesante es que el desprecio a la singularidad de Norman, produce en él un extraño dolor y una sugestiva satisfacción de ser diferente.

En definitiva, el bullying no es tan sólo un fenómeno que ocurre en las escuelas, sino un fenómeno estructural que inicia en los hogares, con la incomprensión de los padres y se extiende a toda la sociedad. Es la incomprensión de las singularidades, que, a fuerza de acabarlas, o acaba con el individuo o revive un zombi.

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