Título original: ParaNorman
Dirección: Chris
Butler y Sam Fell
País: Estados
Unidos (2012)
Duración: 92 min.
ParaNorman o cómo se hace bullying a un zombi
Construida como una crítica a la
sociedad contemporánea de nuestro tiempo, la película: ParaNorman, denuncia uno de los fenómenos más discutidos en
nuestros días: el Bullying. Conocido en español como acoso u hostigamiento
físico y emocional, el bullying constituye el elemento central en la vida de
Norman, un adolescente que posee la extraordinaria capacidad de comunicarse con
los muertos. Aunque tal capacidad lo ha condenado al aislamiento social, al ser
considerado un demente.
Un aspecto interesante de esta
película es que construye dos categorías de muertos: 1. Los totalmente muertos, quienes han
desaparecido por completo de esta tierra y ahora descansan en paz, y 2. Los espíritus errantes, quienes siguen
rondando la tierra, puesto que tienen cuentas pendientes con los vivos y por
ello les es impedida la paz eterna. Estos espíritus
errantes son los personajes más importantes en la película, no sólo porque
hacen referencia a las apariciones con las que habla Norman, sino porque son un
referente de toda la problemática de la historia. Es decir, el problema de
fondo de ParaNorman, ronda en torno a
la búsqueda de la tranquilidad y del reconocimiento de nuestras diferencias;
puesto que éstas son el motivo del bullying. Pero ni la paz de los vivos ni la de
los muertos es posible si se mantienen latentes los prejuicios, que en el
fondo, no son más que los miedos. En este sentido, esta película se construye
sobre cuatro elementos fundamentales, que de alguna forma son directrices para
obtener paz y/o “descansar en paz”: el
perdón, la comprensión, saber escuchar y querer aprender. Los espíritus
errantes, al contrario, no son libres, como no lo son quienes viven de sus
miedos, y por ello necesitan pagar una deuda.
Muerto el tío de Norman, se le
aparece como espíritu errante para pedirle que realice un conjuro que evitará la maldición de la bruja: el renacer de los
muertos. Pero, fallido el conjuro, el efecto de la invasión zombi es
horrorosamente hilarante. Son zombis y atacan la ciudad, en consecuencia la
gente escapa desesperada, pero ocurre un giro inesperado, pues se dan cuenta
que los vivos son más y algunos están armados. Entonces, forman una turba iracunda
que termina por obligar a los zombis a refugiarse para salvar sus “vidas”.
Luego, ocurre otro giro interesante, pues, ante el miedo de los zombis, los
vivos entienden que los muertos, aunque zombis, también son personas, por lo
que, el enemigo común es la malvada bruja. Pero lo malvado de la bruja proviene
tan sólo de un mito muy antiguo, harto conocido por los pobladores de aquel
pueblo. Pero es tan sólo un mito, porque en realidad no fue más que una niña
quemada por una desatinada acusación. Este último evento da un giro final que,
junto a los demás giros, hacen 180 grados, pues todo retorna a la situación
inicial. El enemigo real, y tal vez el único, es el miedo. El miedo se
constituye en una fuerza creadora de prejuicios que tiene la capacidad de
movilizar voluntades iracundas, sin un fin muy claro. El mayor miedo es el
miedo a la diferencia, y se expresa defendiendo el rebaño de ovejitas blancas
frente a la negra. Un aspecto interesante es que el desprecio a la singularidad
de Norman, produce en él un extraño dolor y una sugestiva satisfacción de ser
diferente.
En definitiva, el bullying no es
tan sólo un fenómeno que ocurre en las escuelas, sino un fenómeno estructural
que inicia en los hogares, con la incomprensión de los padres y se extiende a toda la sociedad. Es la incomprensión
de las singularidades, que, a fuerza de acabarlas, o acaba con el individuo o
revive un zombi.
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