Título original: Lo más bonito y mis mejores años
Director: Martín Boulocq
País: Bolivia (2006)
Duración: 93 min.
El encanto de los más desencantadores años
Lo más bonito y mis mejores años, es la ópera prima de Martín
Boulocq que cuenta la historia de Berto, un muchacho solitario e introvertido
que quiere salir del país, pero para ello debe vender su Volkswagen ´65, que
fue una herencia de su abuelo. Para lograr este cometido se apoya en Víctor, su
amigo extrovertido, astuto y extremadamente hablador, pero a fin de cuentas un
derrotista. Todas las acciones de esta película aparecen en situaciones comunes
de bebidas alcohólicas, discusiones sobre la vida, proyectos a futuro, pero con
la característica fundamental de que circulan en la mayor apatía y pereza por
lograr sus objetivos. Ambos personajes no solamente son diferentes, sino, se
oponen entre sí. Los diálogos que
mantienen son más bien monólogos. Viven en aislamientos colectivos, donde ambos
hablan pero nunca se comunican. Cada uno abraza sueños que no tiene el menor
interés por realizarlos. Se podría decir que esta película refleja a una generación
desencantada del mundo, evidentemente despolitizada y carente de perspectivas
ideológicas.
La llegada de Camila, presunta
novia de Víctor, no tiene mayor incidencia en la vida de ningún personaje. Ella
permanece como un simple objeto de deseo que no tiene mayor trascendencia. La
desidia de los dos personajes centrales parece más bien un contagio que tiñe la
película.
Esta película pareciera querer
afirmar que lo más bonito y los mejores años transcurren en aquella juventud
despojada de responsabilidades, que no sabe o no quiere hacer nada porque sólo
vive de sueños. Ser estrella de rock, un gran pintor, poeta o hippie
trotamundos, pero con el menor interés de lograrlo, porque es la edad en la que
se vive el más desesperanzado presente. Lo
más bonito y mis mejores años, muy próxima a ser un retrato de la juventud
boliviana de clase media, refleja una extraña nostalgia de que los mejores años
fueron precisamente aquellos donde la vida carecía del más esperanzador
sentido.
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